Hoy en día, muchas personas hacen dietas extremas para perder peso y mantenerse al día con el ideal de belleza de la sociedad, que muchas veces equivale a la delgadez. Algunos incluso están experimentando con el uso de laxantes para perder peso como una solución rápida. Desafortunadamente, la mayoría de las personas no saben que el abuso de laxantes tiene numerosas consecuencias desagradables y algunas potencialmente mortales.

Las evacuaciones intestinales frecuentes causadas por los laxantes tienden a darles a las personas una falsa sensación de limpieza. Si bien se puede obtener una pérdida de peso rápida, la mayoría de las libras arrojadas son por la pérdida de agua. Una vez que se detiene el uso de laxante, en la mayoría de los casos, si no todos, el peso perdido se recuperará con bastante rapidez.

No solo los laxantes no son la forma ideal de perder peso de manera permanente, sino que además pueden ser muy dañinos para el cuerpo y pueden crear efectos secundarios desagradables. Con el uso de laxantes, algunas personas no se dan cuenta de que también están eliminando importantes nutrientes y calorías, lo que afecta la absorción natural de grasa y altera los niveles de electrolitos. Otras consecuencias posibles serias de tomar laxantes para perder peso son:

1. Calambres estomacales. Los laxantes pueden causar dolorosos calambres estomacales. Debido a esto, es importante elegir un laxante suave que indique específicamente que no causa calambres.
2. Náuseas. Los laxantes pueden causar náuseas en algunas personas; una sensación incómoda que puede durar hasta 3 días después de tomar un laxante.
3. Vómitos. El vómito puede generarse con el uso de laxantes porque el componente activo en los laxantes altera el revestimiento del estómago.
4. Diarrea. La diarrea es un efecto secundario común del uso de laxantes, es peligrosa porque puede conducir a la deshidratación.
5. Sangrado rectal. El uso frecuente de laxantes puede causar hemorragia rectal; un efecto secundario de los frecuentes movimientos intestinales y / o diarrea.
6. Desmayo. El desmayo puede ocurrir con el uso de laxantes. Esto normalmente ocurre cuando una persona se vuelve muy débil por la diarrea y deshidratación.
7. Mareos. El uso de laxantes puede causar mareos. De nuevo, este efecto secundario generalmente es causado por la deshidratación.
8. Desequilibrio electrolítico y deshidratación. Los electrolitos son importantes para el funcionamiento del cuerpo humano. El uso de laxantes causa la pérdida de electrolitos importantes como el potasio, el calcio y el sodio. Un desequilibrio electrolítico a largo plazo puede conducir a un trastorno de electrolitos. Algunos de los síntomas de un desequilibrio electrolítico incluyen fatiga muscular, cambios mentales, calambres, latidos cardíacos irregulares e incluso la muerte. Además, la diarrea crónica crea una pérdida de agua que puede conducir a la deshidratación; una situación potencialmente mortal. La deshidratación puede causar debilidad, visión borrosa, desmayos, daño renal y la muerte.
9. Daño al funcionamiento intestinal. El uso constante de laxantes como método para hacer dieta puede causar daños en el tracto gastrointestinal, que pueden ser permanentes. El uso crónico de laxantes puede ocasionar una pérdida en el funcionamiento adecuado del tracto digestivo. El cuerpo se habitúa a las dosis de laxantes, por lo que una vez que se detiene el uso de laxantes, los intestinos pueden disminuir su velocidad y perder su capacidad de eliminar los alimentos del cuerpo. Esto, a su vez, puede conducir a estreñimiento severo. Además, las terminaciones nerviosas que rodean el intestino grueso cambian con el uso de laxantes crónicos, lo que provoca que ya no respondan a la estimulación. Esto crea un ciclo de requerir dosis más grandes de laxantes para crear una evacuación intestinal.

El abuso de laxantes para controlar el peso corporal, especialmente en adultos jóvenes, a menudo es un signo de un trastorno alimentario grave. Normalmente, esta forma de pérdida de peso extrema se combina con otros métodos igualmente extremos, como la purga, el ejercicio excesivo o la restricción de la ingesta de calorías. Si este es el caso, se debe buscar inmediatamente la atención adecuada de un proveedor de atención médica o psicólogo.

Sí, Quiero el libro »