Una fisura anal es un pequeño desgarre, corte o grieta ubicada en el ano, más precisamente en el tejido mucoso que lo protege. Muchas veces este problema está asociado a determinadas prácticas sexuales, por lo que infunde temor y vergüenza en los pacientes. Sin embargo, las razones por las cuales se presenta esta condición pueden ser muchas.
Tipos de fisuras en el ano
El tejido que recubre el ano es mucho más sensible que otros y es fácilmente reconocible a la vista porque es de un color violáceo o marrón. Las fisuras anales se sitúan en esta área, generalmente en la parte superior, y es indistinto en hombres y mujeres.
Siguiendo algunos parámetros, se pueden establecer al menos cuatro tipos de fisuras anales bien diferenciados. Dependiendo de cuál sea la fisura, será el tratamiento a implementar:
SEGÚN SU TIEMPO DE PERMANENCIA
- AGUDAS: Cuando la presencia de la fisura anal se da por primera vez o después de años de haber tenido una y la misma tiene una antigüedad máxima de dos meses.
- CRÓNICAS: Cuando la presencia de fisuras en el ano es frecuente y en la misma zona, superando la existencia de dos meses.
SEGÚN SU ORIGINADOR
- PRIMARIA: Cuando la fisura anal se produce por un elemento externo. Por ejemplo, accidentes.
- SECUNDARIA: Cuando la fisura anal aparece como producto de una patología previa.
Síntomas de una fisura anal
Una fisura anal presenta al menos tres síntomas contundentes: Fuerte dolor en la zona rectal, estreñimiento y evacuación dolorosa, y sangre. Es muy común que los afectados manifiesten grandes molestias cuando intentan defecar, ya que el ano es la zona que recibe toda la presión en este acto. De acuerdo a las descripciones de los mismos pacientes, una fisura anal se siente como si estuvieran siendo heridos por un objeto cortante para luego transformarse en ardor y quemazón.
Causas de las fisuras en el ano
Las causas de las fisuras en el ano varían si se trata de bebés o adultos. En el primer caso, esto suele ser bastante normal, ya que los recién nacidos suelen presentar algunos malestares intestinales hasta que su organismo se acostumbra a trabajar con los alimentos. En adultos de todas las edades las causas suelen ser las siguientes:
- Diarrea excesiva
- Estreñimiento severo
- Heces de gran tamaño
- Demasiada presión en el esfínter
- Falta de circulación sanguínea en la zona rectal
- Hemorroides pasadas
- Quimioterapia
Fisuras anales y hemorroides
“Hemorroides” es el nombre que se le da normalmente a la enfermedad hemorroidal, ya que las hemorroides en sí no son más que vasos sanguíneos ubicados en el área del recto. Su principal responsabilidad es de la llevar sangre a esa zona para impulsar los músculos en la evacuación.
Es habitual que en el análisis de la historia clínica de un paciente que sufre fisuras anales la enfermedad hemorroidal sea un antecedente directo. Ver; 6 Soluciones naturales para las hemorroides.
Fisura en el ano y el cáncer
Las fisuras anales, aún cuando sean de carácter crónico, no aumentan el riesgo de contraer cáncer de colon, aunque sus síntomas sí pueden ser confundidos con éste. Aún así, ante la duda, el médico a cargo suele solicitar nuevos exámenes para confirmar o refutar la patología.
Tratamiento médico para las fisuras anales
Normalmente el tratamiento que se prescribe a los pacientes, indistintamente de la categoría de fisura anal que tengan, es el denominado conservador, el cual consiste en la minimización de las alteraciones en la mucosa y en la regulación de los esfínteres.
Para lograr estos dos objetivos, los profesionales ordenarán una dieta con alimentos abundantes en fibras, ya que este componente estimula la actividad intestinal. El resultado son bolos fecales más pequeños, que causan menor presión en el ano y en consecuencia, lastiman menos. También se aplican baños de asiento que, básicamente, consisten en sentarse en un recipiente amplio con agua tibia con el fin de aliviar el ardor. Por último, es más que probable que se receten cremas para desinflamar y prevenir nuevas fisuras.
Si la afección es un poco más severa, suele probarse la acción de la toxina botulínica para poder liberar la presión sobre el esfínter. Se necesita aplicar anestesia para poder inyectarla.
Cirugía
Si los procedimientos médicos anteriores no surten el efecto deseado en los pacientes, entonces es necesario hacer una intervención quirúrgica que sane completamente el ano. Para ello se hace un corte en el esfínter. Aunque este proceso necesita anestesia, la cirugía dura poco más de media hora, ya que es una intervención común. En tan sólo quince días el paciente notará las mejorías. Si bien no suele haber complicaciones, las excepciones a la regla indican sangrado, infecciones y hasta incontinencia.
Cremas para las fisuras anales
Las pomadas rectales que se prescriben para tratar hemorroides también suelen ser recomendadas para aliviar los dolorosos síntomas de las fisuras anales. Mayoritariamente el nitrato de glicerilo es su principal componente. Destacamos las siguientes marcas, sólo por mencionar algunas:
- DILATAN: Está formada con ingredientes naturales. Combate el dolor de las patologías rectales más comunes. Lo mejor es que su uso no tiene efectos colaterales registrados.
- NITRODOM: Es un poderoso cicatrizante de la mucosa rectal. Además contiene distintos tipos de vaselina que ayudan a disminuir el escozor de la herida al aumentar la circulación sanguínea.
- RECTOGESIC: Se le ordena a los pacientes con fisuras anales crónicas que empleen esta crema para mermar los dolores. No se recomienda a pacientes con problemas hepáticos.
Remedios caseros para curar una fisura anal
Los remedios caseros y de origen natural para curar o ayudar a pasar el dolor de las fisuras anales son una gran opción cuando no se tienen los recursos necesarios para acudir a un médico. Sin embargo, si cuentas con esta última opción, no dudes en ir a una consulta. A continuación te brindamos cinco recetas básicas para que hagas en la privacidad de tu hogar:
Jugo de vinagre de manzana
El tránsito lento es uno de los problemas que afectan la curación de una fisura anal e incluso de las hemorroides. Es por ello que se sugiere el consumo del vinagre de manzana en las comidas para estimular la formación de heces menos dolorosas. También puedes hacer un jugo agregando dos cucharadas de vinagre en un vaso de agua. La miel sirve para cortar con la acidez del zumo, haciéndolo más agradable.
Baba de aloe vera
El aloe vera es una planta utilizada en muchos compuestos medicinales, ya que tiene amplias propiedades, especialmente su baba, que suele aplicarse en heridas y también se consume como si fuera agua. En el caso de una fisura anal se utiliza sólo si la misma es de carácter externo. Ayuda a aliviar el ardor y es cicatrizante.
Beber agua
Es fundamental para toda enfermedad consumir entre dos y tres litros de agua al día. La hidratación es un requisito indispensable para enfrentar cualquier patología, pero en lo que respecta a las fisuras anales, la necesidad de ingerir líquido es permanente, ya que de este modo los intestinos pueden formar heces blandas. Eso sí, debes excluir las infusiones de tu dieta diaria, incluyendo el café.
Miel y oliva
Tomar diariamente una cucharada de miel y aceite de oliva es ideal para mantener lubricados los intestinos, haciendo que el pasaje de la materia fecal se facilite enormemente, reduciendo el dolor que causan las fisuras rectales.
Uso y consumo de aceite de coco
El aceite de coco es conocido popularmente como un elemento de belleza, ya que ayuda a la recuperación capilar y también de la piel. Sin embargo, otra de sus funciones es la de colaborar en la cura de las fisuras anales. Al aplicar sobre la herida —siempre y cuando sea una fisura externa—más de una vez cada día, podrás aliviar las molestias. Si además tienes resequedad de vientre (no olvides que pujar para lograr la evacuación de las heces es totalmente perjudicial para las fisuras), puedes incluir el aceite de coco en tus comidas.
¿Consejos para tratar las fisuras anales en casa?
Elimina las heces duras con fibra y líquido. La apertura anal no fue diseñada para expulsar las heces grandes y duras. El estreñimiento, como subproducto de la dieta occidental, que carece de fibra, crea heces duras que tiran y rasgan el canal anal, lo que puede provocar fisuras anales y hemorroides.
¿La solución? Adáptate a una dieta alta en fibra y líquidos que producen deposiciones suaves. Comer más frutas, verduras y granos integrales, y beber de seis a ocho vasos de agua al día son los mejores remedios y medidas preventivas que puedes usar para aliviar las fisuras anales y el estreñimiento.
Una vez que tu materia fecal sea suave y flexible, tus fisuras anales deben comenzar a sanar por sí mismas.
Prueba con vaselina. Comer más fibra ablandará tus heces, pero también puedes proteger tu canal anal lubricándolo antes de cada movimiento intestinal. Un poco de vaselina insertada aproximadamente 1/2 pulgada en el recto puede ayudar a que las heces pasen sin causar ningún daño adicional.
Utiliza polvo de bebé. Después de cada ducha o evacuación, espolvorea polvo de bebé en tu ano. Esto ayuda a mantener el área seca, lo que puede ayudar a reducir la fricción durante el día. Si el área está activamente inflamada, omite este paso, ya que puede empeorar la picazón anal. Y aléjate de los polvos con fragancias, que pueden ser irritantes.
Usa toallitas para limpiarte. Las «toallitas húmedas» están ampliamente disponibles en los supermercados y farmacias. Evita las que contienen alcohol, que es lo último que deseas usar si tienes una fisura en el ano.
Evita la diarrea. Puede parecer extraño, que no solo las heces duras y el estreñimiento empeore las fisuras anales, sino también la diarrea. Las heces acuosas pueden suavizar los tejidos que las rodean, y también contienen ácido sin procesar, que puede quemar el área anal.
No te rasques. Las fisuras anales pueden causar comezón y dolor, sin embargo, el uso de uñas afiladas en el ano sensible puede desgastar aún más la piel y provocar un círculo vicioso en términos de picazón.
Líbrate de esos kilos en exceso. Cuanto más peso tengas, más probabilidades tienes de sudar. La transpiración en tu área anal irrita la piel y ralentiza la cicatrización de las fisuras.
Minimiza la hinchazón con hidrocortisona. Las cremas tópicas de venta libre (sin receta) que contienen hidrocortisona pueden ayudar a reducir la inflamación que a menudo acompaña a la picazón anal.
Prueba una solución de vitaminas. Los ungüentos de venta libre que contienen vitaminas A y D, así como el aloe vera, pueden ser particularmente útiles para calmar el dolor y ayudar a curar las fisuras en el área anal.
Sumérgete en una bañera de hidromasaje. Ya sea que llenes tu bañera con agua caliente o te relajes en un jacuzzi al aire libre, el agua tibia ayuda a relajar los músculos del esfínter anal, aumenta el flujo sanguíneo en el área y reduce gran parte de la incomodidad de las fisuras.
Mantente alejado de ciertos alimentos. Si bien ningún alimento causa directamente fisuras, algunos alimentos pueden irritar los tejidos del conducto anal. Los alimentos picantes, así como la cafeína, son irritantes.
Evita el coito anal. El coito anal puede ser una fuente de roturas. El mejor tratamiento es la prevención, así que, si decides hacerlo, usa una lubricación adecuada.
Cómprate una almohada especial. Alivia el dolor asociado con el área anal al sentarte sobre una almohada suave. Evita las almohadas con forma de rosquilla, porque pueden restringir el flujo de sangre al área.
No leas en el inodoro. La gente no debería leer su periódico matutino o una novela mientras están sentados en el inodoro. El asiento del inodoro tiene un efecto constrictivo, y la sesión prolongada provoca la congestión de los vasos sanguíneos.
Límpiate suavemente. El papel higiénico áspero y el exceso de limpieza ralentizan la cicatrización de las fisuras. Utiliza únicamente papel higiénico blanco, sin perfume y de la mejor calidad. Los perfumes y los tintes pueden irritar el ano. Puedes suavizar el papel higiénico humedeciéndolo con agua antes de limpiarte.
Usa un bidé, si tienes uno. Existen bidets portátiles disponibles, que desvían el agua de la llave del baño hacia debajo del asiento del inodoro. Una estrecha corriente de agua, dirigida justo donde más lo necesitas, suplirá tus necesidades de limpieza y no será necesario usar papel higiénico, excepto una o dos hojas para que secarte. Esta es la mejor manera de limpiar el área.
Cuando llamar a un médico
Las fisuras no requieren atención médica especial, a menos que persistan. La verdadera precaución con las fisuras no es postergarlas para siempre; una úlcera que no cicatriza puede ser cáncer. Si tienes fisuras que no cicatrizan dentro de 4 a 8 semanas, haga que las evalúen. Una llaga que no sana es uno de los 7 signos clásicos de advertencia del cáncer.
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