¿Con qué frecuencia piensas en tus deposiciones? Probablemente tan poco como sea necesario, supongo. Resulta, sin embargo, que existen algunos mitos que flotan alrededor de las heces, el estreñimiento y lo que debe ser una evacuación intestinal «sana», y estos están causando problemas. ¿Adivina qué? No es necesario tener una evacuación intestinal al día para estar saludable, muy poca fibra no siempre es la causa del estreñimiento (ni siquiera es la más común) y el estreñimiento no provocará la acumulación de «toxinas» en tu cuerpo.

Lo que sucede en el cuerpo durante el estreñimiento puede no ser particularmente agradable de considerar, pero conocer el proceso probablemente aclarará mucha información errónea sobre la salud de tu intestino y sus posibles disfunciones.

El estreñimiento no es exactamente un problema raro, millones de personas sufren de estreñimiento, y aunque existe desacuerdo sobre la frecuencia con la que debemos evacuar las heces para «calificarnos» como estreñidos; tres o menos deposiciones por semana es la medida más aceptada. El estreñimiento crónico, por su parte, se define como un estado de estreñimiento que dura varias semanas o más. Entonces, ¿te puede matar? ¿Te estás causando un daño interno irreparable con tu inhabilidad de ir al baño, y tu caca eventualmente se acumulará hasta que presiona contra tus pulmones?

Responderé a los tres: probablemente no. (OK, definitivamente no el último.) Esto es lo que sucede en tu cuerpo está estreñido, con un detalle que, con suerte, es razonablemente apetecible.

1. Tu colon absorbe demasiada agua de tus desechos

La causa más común del estreñimiento es la sequedad. En un sistema digestivo normal, a medida que la comida se mueve a un ritmo normal a través de tu cuerpo y se convierte en desecho, el intestino absorbe el agua e impacta las heces. En casos de estreñimiento, parece que la comida se mueve muy lentamente a través de los canales normales, lo que significa que permanece demasiado tiempo en el colon y absorbe demasiada agua. ¿El resultado? Heces secas, mucho más difíciles de expulsar y que se quedan atascadas.

2. Tu flora intestinal podría verse interrumpida

Este es un tema interesante: el Centro de Enfermedades Digestivas de Australia tiene una teoría sobre las causas del estreñimiento. (No, no siempre es causado por la falta de fibra o por no beber suficiente agua, las causas son muy variadas, desde varios tipos de medicamentos hasta infecciones y el embarazo). Esta institución cree que una causa del estreñimiento común que se pasa por alto puede ser una bacteria particular, Clostridio, que ingresa a tu sistema a través de la boca e interrumpe tu equilibrio bacteriano interno. El Clostridio aumenta la retención de agua en el colon, secando los desechos, aunque no está claro si es realmente responsable de la mayoría de los casos de estreñimiento en la flora común. Al menos no todavía.

3. Corres el riesgo de tener fisuras anales

El peligro de no tener suficiente lubricación en las heces mientras intentas expulsarlas puede hacer que se atasquen y rasguen la piel. Esto se llama fisura anal, y es tan glamoroso como suena. Es probable que tengas sangre en tus heces y en la taza del inodoro, pero puede tratarse con la ayuda de laxantes y un tratamiento especial de tu médico de cabecera. Si ves sangre o sientes dolor al expulsar las heces, no esperes: ve a ver a un médico y se sincero sobre tu situación.

4. Puedes experimentar impactación fecal

Si realmente no puedes deshacerte de tu problema de estreñimiento, prepárate para una acumulación. El término técnico para la acumulación de heces en el recto y el ano es la impactación fecal, que suena mejor que «embotellamiento de caca» pero equivale a casi lo mismo. Esta es una afección médica grave y deberás obtener ayuda para resolverla, lo que probablemente implique laxantes de alta concentración, mucha agua y posiblemente un supositorio o enema.

5. Tienes un mayor riesgo de diverticulitis

El estreñimiento a largo plazo tiene su propia marca especial de efectos secundarios. Tampoco son particularmente agradables. Uno es un mayor riesgo de una condición llamada diverticulitis, en el que los divertículos (abultamientos o «bolsas» que tienden a formarse de forma natural en el revestimiento del colon a medida que envejecemos) se forman por la presión de esforzarse para evacuar, y eventualmente pueden infectarse e inflamarse.

6. No, las «toxinas» no se acumulan en el intestino

Este es una creencia común, pero incorrecta. Sí, las heces están compuestas de desechos y deben salir del cuerpo; pero el colon es bastante bueno para contenerlo, incluso en casos de estreñimiento, su presencia te causará malestar pero no te enfermará a través de la presencia prolongada de «toxinas». El único riesgo real de infección bacteriana es si los productos de desecho logran entrar en cualquier herida en el colon o el recto, y eso de ninguna manera es un efecto secundario garantizado; es más como muy mala suerte.

7. Puede afectar el control de la vejiga

Hay una relación más cercana entre el colon y la vejiga de lo que puedas imaginar. Y tener un colon muy lleno mientras te esfuerzas por deshacerte de tu excremento tiene efectos en cadena para lo que está a tu alrededor. El Departamento de Urología de la Universidad de California destaca que la posición física es un problema: si se ejerce demasiada presión sobre la vejiga desde el colon, esta no se llenará completamente, se vaciara mal o se filtrará inesperadamente.

Si te esfuerzas mucho para defecar, también puedes dañar tus músculos del piso pélvico, que son necesarios para un buen control de la vejiga. Por lo tanto, los problemas de estreñimiento perpetuo también pueden causar problemas de fuga.

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