La FDA recientemente publicó información de que se han encontrado cantidades pequeñas de etilenglicol y dietilenglicol en algunas muestras de laxantes. A niveles muy bajos, estos compuestos se consideran seguros y muy probablemente las cantidades de estos compuestos sean tan pequeñas que no representen una amenaza para los niños. Sin embargo, nadie puede estar seguro hasta que se estudie.
Si bien se han planteado inquietudes sobre el uso de laxantes en niños, lo cierto es que negarse a usarlos debido a un posible peligro puede dar lugar a la ocurrencia de un peligro real conocido; el estreñimiento severo no resuelto puede tener consecuencias graves, incluyendo dolor severo y bloqueos intestinales amenazantes para la vida. Años de estreñimiento crónico sub-tratado pueden causar la pérdida de la función intestinal hasta el punto de que se deba extirpar quirúrgicamente parte del colon.
Debido a los peligros reales de no controlar adecuadamente el estreñimiento en los niños, es común que se sigan usando laxantes en la mayoría de los pacientes. Sin embargo, hay pasos que se pueden seguir para minimizar el riesgo potencial de su uso en los niños:
- Trabaja con el pediatra de tu hijo para determinar necesita un ablandador de heces. Los cambios en la dieta también pueden ayudar a tratar el estreñimiento. Si los cambios en la dieta no funcionan o no son una opción, entonces considera los ablandadores de heces.
- Comienza con otro tipo de laxante en niños menores de 3 años de edad. Las preocupaciones potenciales con los laxantes son mayores para los más jóvenes. Debido a su tamaño y rápido desarrollo, los niños menores de 3 años serían los más susceptibles a las pequeñas cantidades de etilenglicol y dietilenglicol. En este grupo de edad, sería razonable usar otro laxante, como la lactulosa. La lactulosa puede tratar con éxito el estreñimiento leve y moderado, especialmente en los más jóvenes. Por supuesto, algunos niños en este grupo de edad tendrán estreñimiento severo y podrán requerir laxantes.
- Usa la dosis más pequeña necesaria para tratar el estreñimiento y reducir los riesgos potenciales. Normalmente se recomienda usar cucharaditas (~ 5 gramos) para medir la dosis de laxantes y para ajustar la dosis al menor número de cucharaditas que se necesitan para ablandar las heces. El uso de cucharaditas también hace que sea más fácil saber si el niño puede dejar de ingerir el laxante. Después de unos meses con una dosis estable, los padres reducirán la dosis en ½ o 1 cucharadita. Si al niño le va bien con la reducción durante 1-2 semanas, entonces reducen la dosis aún más hasta que pueden dejar de usar por completo el medicamento.
- Trabaja con un médico para determinar el mejor momento para eliminar el laxante. La mayoría de los niños con estreñimiento mejoran con el tiempo y no necesitan permanecer usando laxante durante largos períodos. Sin embargo, si el uso del laxante se detiene demasiado pronto, el niño recaerá. Las recaídas múltiples pueden ocasionar que el niño tenga que usar dosis más grandes de laxantes y deba permanecer tomando laxantes por más tiempo. Muchos factores entran en la decisión de cuándo es el mejor momento para dejar el laxante y la mejor manera de tomar esta decisión es trabajar con un médico que atienda rutinariamente al niño con estreñimiento.
Para los niños con estreñimiento crónico o severo los beneficios potenciales de usar laxantes superan con creces los riesgos potenciales. Sin embargo, se necesitan realizar más investigaciones.
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